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El exministro García Vargas clausura el curso sobre envejecimiento de la Fundación General CSIC en la UIMP

El exministro de Sanidad y Consumo Julián García Vargas ha asegurado que “el sistema de bienestar español no está afectado por el envejecimiento de una manera grave, y sí de una manera tremendamente grave por la crisis, el desempleo y la caída de ingresos tributarios”. Así se ha expresado durante la conferencia de clausura del encuentro Una mirada interdisciplinar a la investigación sobre envejecimiento que la Fundación General CSIC ha celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En su opinión, se trata de un asunto “sumamente complicado, peligroso y electoralmente letal” para los políticos. Una situación, ha explicado, sobre todo planteada en el campo de las pensiones, que se enfrentan en la actualidad a “un problema gravísimo de recaudación de cotizaciones” o de sustitución de pensionistas: “En las nuevas pensiones reconocidas en el 2016 la media está en 1.350 euros, mientras que la de los que fallecen era de 800 euros”, ha destacado haciendo hincapié en que el dinero para las pensiones se agota.

García Vargas ha reconocido que el sistema sanitario ha resistido “francamente bien” a los recortes presupuestarios, algo que le “asombra” que no se diga claramente ni en el Ministerio de Sanidad ni en las consejerías. En su opinión, es conveniente destacar que el número de pacientes por mil habitantes se ha mantenido estable, mientras que la cantidad de actos quirúrgicos ha aumentado, una cifra importante en la que ha jugado un papel importante el gasto de los centros privados. Así, ha explicado que antes la sanidad estaba como máxima preocupación, pero asuntos como el paro o los problemas económicos han cedido el primer puesto a la pobreza: “Ya era hora de que nos enteráramos de que en España hay pobreza, que es lo más grave y más irritante”, ha afirmado.

“Los políticos no han cambiado nada, el sistema sanitario se está reformando solo, lo están haciendo desde abajo los profesionales. No todos, pero sí muchos, y está ocurriendo algo que es muy alentador: a través de la gestión clínica y de la apuesta por la calidad, los servicios están empezando a funcionar de otra manera”, ha destacado.  Asimismo, cree conveniente cerrar facultades de Medicina.

“No tenemos problema de medios y de camas, pero tenemos carencia de una estrategia nacional de salud. Afecta a todos los ciudadanos y no sería difícil ponerlo en marcha. Se trata de un documento orientativo para políticos, profesionales y ciudadanos que ponga en relación los medios asistenciales con los objetivos de salud pública, algo que jamás se ha hecho en España”, ha declarado.

Intervención de Ángeles Durán

La socióloga y profesora de investigación ad honorem del CSIC Mª Ángeles Durán ha participado en una mesa redonda en este mismo curso en la que ha revindicado el derecho a una muerte digna. En su opinión, tener a tanta gente en la UCI conectada a máquinas y sin esperanza “no tiene ningún sentido”. Por eso, entre otras cosas, ha reivindicado el papel del testamento vital: “¿Por qué nos obligan a vivir cuando vivir no es vivir? Me iré a empadronar en la comunidad autónoma que además del derecho a voto, me dé la opción de decidir sobre lo que más me importa, que es mi propia vida”.

Por otro lado, ha insistido en la necesidad de que el sector se ponga de acuerdo a la hora de definir posturas y aclarar significados. “Ninguno tenemos la definición de la verdad, son criterios distintos, y por eso hace falta una definición clara y subdefiniciones cuando estamos hablando de cuidados”. A este respecto, se ha referido al “cuidariado” como una nueva clase social, y ha recordado que la mujer en España se hace cargo de tareas no remuneradas hasta los ochenta años: “Las cuentas de producción de los hogares han tenido un crecimiento del 46% en la carga de tiempo de cuidado en menos de una década”, ha afirmado.

En la mesa redonda, titulada Bienestar y actividad y moderada por el profesor de investigación del CSIC Luis Moreno Fernández, han participado también Mercedes Ayuso Gutiérrez , catedrática de la Universidad de Barcelona, Rocío Fernández-Ballesteros, catedrática emérita de la Universidad Autónoma de Madrid, y Javier Yanguas, investigador del Instituto Gerontológico MATIA.